Las galletas chinas de la suerte o de la fortuna resulta que de «chinas» ¡tienen poco o ná! Parece ser que que descienden de unas galletas japonesas de la zona de Kyoto y que fueron popularizadas por los estadounidenses.

Son unas galletas delgadas y crujientes que tienen en su interior tiras de papel con palabras de sabiduría o profecías, y que según la creencia popular se deben ingerir enteras (mensajito incluído) para encontrar la fortuna.

Me recuerda un poco a la hora de hacerlas a las tejas o a los cigarrillos, pero quedan algo más sosas…¡Les pondremos alguna cosita para animarlas!

La cuestión es que quedan ideales para compartir entre amigos o en familia y poner mensajes graciosos para pasar un buen rato, o como en este caso, mensajes más románticos para compartir con tu pareja en san Valentín ¿te gusta la idea? ¡Pues vamos allá!

La receta (para unas 10 galletas de la suerte)

  • 1 clara de huevo L
  • 30 gr. azúcar glass
  • 30 gr. harina
  • 20 gr. mantequilla
  • pizca de sal
  • 1 cucharadita de aceite de girasol
  • aroma al gusto o vainilla
  • colorante rojo para la versión #sanvalentinera

Hacerlas es facilísimo, aunque puede que las primeras veces no te queden lo crujientes que deben quedar, pero no te preocupes es una cuestión de acertar con el grosor que le damos a la galleta (más gorditas-menos crujientes) y en todo caso, luego te daré un truquito para que queden crujientes aunque las hayas dejado más gorditas de lo que toca.

Lo primero es escribir los mensajes que queramos que lleven dentro las galletas y recortarlos en tiritas.

Ponemos en un bol la mantequilla fundida pero no líquida (con la textura de una crema) y mezclamos con los demás ingredientes con ayuda de unas varillas hasta que quede una masa lisa y y muy fina.

Para darles más saborcito podemos hacerlas de vainilla, canela o podemos añadirle unas gotitas de nuestro extracto preferido (fresas, naranja, limón…), aunque las originales no llevan nada.

Para hacer los corazones de la versión san Valentín, separamos una cucharadita de la masa y la mezclamos con colorante rojo (yo he usado el EXTRA RED de Sugarflair). Metemos la masa roja en un cono de papel de horno (cornet) y reservamos.

Sobre un silpat o sobre papel de horno y con la ayuda del dorso de una cuchara vamos formando círculos de masa no demasiado gruesos, pero que no queden transparentes (en el vídeo lo vas a ver muy bien!) y una vez formadas las galletas las horneamos a 180º C durante unos 6 minutos o hasta que veamos que los bordes externos empiezan a dorarse.

Tunearlas para San Valentín

¡Se me olvidaban los corazoncitos! Con la masa roja que tenemos en el cornet de papel, dibujamos corazones chiquitines encima de la masa blanca y horneamos.

Las galletas salen blandas del horno, pero se endurecen a la velocidad de la luz, y hay que darles formas «en blando» o se cuartean y resquebrajan. Así que yo lo que hago es apagar el horno e ir sacando las galletas de una en una a medida que las relleno con el mensajito y les doy forma. Saco una, le pongo el papel, la doblo por la mitad y le doy la forma apoyando la galleta en el borde de un a taza o vaso y entonces saco otra galleta del horno (recuerda que tenemos el horno ya apagado).

Truco para que queden crujientes

Una vez las galletas listas las dejo enfriar por completo dentro de una bandeja de cupcakes para que no pierdan la forma.

¡Listas! Pero… ¿tienes las galletas ya preparadas pero no se han quedado crujientes tras enfriarse? Probablemente la próxima vez tengas que hacerlas más finas, pero estas las podemos «apañar» aún: mete las galletas durante unos 8-10 minutos a 100º C y ¡verás lo crujientes que te quedan!

¿Te vas a animar a hacerlas? Por si te quedan dudas te dejo el vídeo del paso a paso AQUÍ.

 

Un beso grande y ¡que viva el amor!