Si tuviera que decir cuál es el mejor bizcocho del mundo probablemente diría que el bizcocho japonés Kasutera-カステラ. Y lo digo con conocimiento de causa, porque me he pasado el verano desayunando o merendando maravilloso trozos de Castella durante mi viaje a Japón.

También conocido como Castella, tiene sus raíces en Portugal, donde fue introducido por los comerciantes portugueses en el siglo XVI durante el período de intercambio comercial entre Japón y Portugal. En ese entonces, el bizcocho se llamaba «Pão de Castela», que significa «pan de Castilla» en portugués.

El Castella se hizo muy popular en Japón y se convirtió en un dulce tradicional que se consume en ocasiones especiales como el Año Nuevo y las festividades de primavera. A lo largo de los años, la receta original portuguesa se ha adaptado y modificado para adaptarse a los gustos y preferencias japonesas.

Una de las características distintivas del bizcocho japonés Castella es su textura suave, esponjosa y súper húmeda. Esto se logra gracias a la técnica de batir las claras de huevo a punto de nieve y luego incorporarlas suavemente a la masa. Además, el uso de miel en la receta le da un sabor único y un toque de dulzura adicional.

El Castella se ha convertido en un postre muy popular en Japón y se puede encontrar en muchas tiendas de dulces y panaderías. También es común encontrar diferentes variaciones de Castella, como el Matcha Castella (hecho con té verde en polvo) o el Castella de chocolate. Pero hoy te traigo mi receta preferida de Kasutera clásico con todos mis trucos ¡para que te salga increíble a la primera!

 

Ingredientes

Para un molde tipo plumcake de unos 20×12 cm.

  • 4 huevos M
  • 65 gr. mantequilla
  • 65 gr. leche
  • 1 cucharada de miel*
  • 65 gr. azúcar
  • 1 cucharada azúcar vainillado
  • pizca de sal
  • 100 gr. de harina

*He de confesar que sale igual de rico sin miel, aunque es un ingrediente que se incluye siempre en todas las recetas de Kasutera clásico.

Comenzamos separando las claras de las yemas y precalentando el horno a 140-150º C.

En un cacillo fundimos al fuego o a golpes de microondas la leche junto con la mantequilla y la cucharada de miel. Cuando esté fundido, reservamos y dejamos que se temple un poquito.

Mezclamos la harina tamizada con las yemas y agregamos la mezcla de mantequilla y leche ya templada. Reservamos.

Montamos las claras con el azúcar, el azúcar vainillado y la pizca de sal hasta obtener un merengue firme pero no demasiado duro. Si queda muy duro, después nos costará mucho integrarlo con la mezcla de harina y yemas, y es un fallo que se comete bastante y que repercute en la textura final del bizcocho. ¡Tenlo en cuenta y fíjate bien en la textura del merengue del vídeo!

Una vez montadas las claras, añadimos un poco de merengue a la masa de yemas y harina que teníamos reservada y mezclamos para aflojar la textura de la masa y que al añadir el resto del merengue nos sea más sencillo integrarlo.

Vamos añadiendo en dos o tres veces el merengue con movimientos suaves y envolventes, incidiendo en la base que es donde se suele quedar masa sin integrar.

Forramos con papel de hornear el molde y vertemos la masa dentro, procurando dejar caer la masa en el molde desde una altura considerable, para que las posibles burbujas grandes de aire se rompan al caer. Esto es importante ya que el bizcocho Castella se caracteriza por su maravillosa miga llena de diminutas burbujitas, y si quedan burbujas grandes de mayor tamaño no nos quedará una miga tan bonita y suave.

Golpea un par de veces el molde y pasa un palillo o brocheta por la masa haciendo surcos en espiral para romper las burbujas de aire de mayor tamaño.

Forramos la base del molde con un par de hojas de papel de aluminio e introducimos en un recipiente apto para el horno en el que colocaremos agua caliente para hornear nuestro Kasutera al baño María.

Hornearemos a 140-150º C (en mi horno son 140º C para evitar que se abra el bizcocho durante el horneado) en la parte inferior del horno, calor arriba y abajo durante unos 70 minutos.

Saca el bizcocho del horno y deja que se temple unos 5 minutos y desmolda boca abajo sobre una hoja de teflón aceitada (para evitar que después la parte doradita se quede pegada al teflón). Deja que se enfríe por completo antes de partir en porciones de unos dos dedos de grosor (corta las porciones con ayuda de un cuchillo de sierra).

También puedes dejarlo reposando de un día para otro porque el reposo le sienta genial y ¡está casi que más rico que recién hecho!

Si quieres que te quede igual que lo sirven el Japón, corta todos los bordes para que se vean porciones perfectas de Kasutera y disfruta de esta maravilla de receta como hacen en el país del sol naciente.

 

TRUCOS Y CONSEJOS

  1. Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
  2. Aunque el bizcocho Kasutera o Castella se hornea por lo general en un molde cuadrado de madera, yo he usado este de tipo plumcake con buenísimos resulatdos.
  3. En muchas recetas usan vainilla, pero hace que el color final del bizcocho no sea tan bonito, por eso yo uso azúcar vainillado.
  4. Procura que sean huevos camperos, de los que tienen la yema tan intensa de color, y así el color final será más intenso y llamativo.
  5. Miel: puedes ponerla o no. Aunque se cita en todas las recetas que he ido consultando como ingrediente básico a mi no me resulta indispensable. Así que si no tienes o no te gusta ¡no le pongas!
  6. Monta las claras hasta obtener un merengue estable pero no demasiado duro.
  7. Incorpora las claras montadas con movimientos envolventes y recuerda verter la masa en el molde dejándola caer desde cierta altura para que se rompan las burbujas de aire más grandes, y recuerda golpear el molde y pasar una brocheta o palillo por la masa para romper las burbujas de mayor tamaño.
  8. HORNEADO: si hay alguna complicación a la hora de elaborar esta receta, sin duda es acertar con el tiempo de horneado, ya que si lo dejas tiempo de más se resecará y si se hornea tiempo de menos queda demasiado húmedo con una textura demasiado blanda y húmeda que puede recordarte a veces más a un flan que a un bizcocho. Después de varios intentos, yo lo horneo a 140º C durante 75 minutos, así que partiendo de mi temperatura y mi tiempo como referencia deberás ajustar los tuyos a tu horno.

Y si quieres ver el paso a paso con todo lujo de detalles… ¡dale al play y dentro vídeo!

 

Kasutera