Que las magdalenas me gustan es un secreto a voces: magdalenas con copete, sin copete, cupcakes, muffins, financiers… ¡Me chiflan las masas batidas!

El otro día mi hijo se equivocó y en vez de subirme nata para montar me trajo del supermercado un tarro de crème fraîche. A veces la uso para cremas, o la añado en pegotes en mi pizza «diávolo», pero aún así tenía mucha cantidad y no quería tirarla, porque ¡aquí no se tira NÁ!

Empecé a buscar recetas de magdalenas que incluyeran este ingrediente y la verdad es que no encontré muchas, así que pronto decidí que haría ÉSTA.

Lo único que no me gustaba de la receta es que llevaba poca crema y que además me iban a salir un montón, así que empecé a «tunear» la receta, y quedó así:

INGREDIENTES (para 12 magdalenas)

  • 175 gr. de harina bizcochona (la que ya lleva el impulsor o levadura química incorporada).
  • 125 gr. de azúcar
  • 125 gr. aceite de oliva suave o de girasol
  • 150 gr. crême fraîche
  • 3 huevos L
  • ralladura de limón
  • vainilla (líquida o una vaina raspadita por dentro)

Comenzamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que aumenten y blanqueen. Añadimos el aceite y le crema y batimos un poco más.

En otro bol tamizamos la harina y la sal y la añadimos a la preparación anterior junto con la ralladura de limón y la vainilla. Integramos la masa hasta obtener una masa homogénea y reservamos.

Podemos lanzarnos de cabeza a hornear nuestras magdalenas, de hecho es lo que yo suelo hacer, pero si tapamos la masa con film y la dejamos reposar en la nevera unas horas, las malas lenguas dicen que salen muuuucho más buenas. Así que si podéis esperar a hornearlas, dadles ese reposo mágico en la nevera.

Rellenamos las cápsulas para magdalenas y espolvoreamos con azúcar para conseguir esa costrita que a mí me vuelve loca y horneamos a 200º unos 15 minutos, o hasta que estén doraditas.

Dejamos reposar las magdalenas 5 minutos en la bandeja donde las hemos horneado. ¡Esta bandeja de Le Creuset en Claudia&Julia me ha enamorado!

Espolvoreamos con abundante azúcar glass y dejamos que terminen de enfriar sobre una rejilla.

¿El desayuno perfecto? Yo lo tengo clarísimo, tiene que incluir magdalenas caseras.

Se hacen en un periquete, y el resultado…sobran las palabras ¿verdad?

Un beso enoooorme y magdalenero,

                                 Belén.